El blog de pibamax

..a veces uno no puede creer la realidad porque parece más increible de lo habitual...

        Reconozco que desde niña tuve algunas aptitudes o al menos eso parecia para detectar algo más del más allá.Recuerdo que a la edad de 5 años como mis padres se encargaban de sus trabajos continuos y constantes y yo era la más pequeña de cinco hermanos todos varones.

La casa de mi abuela paterna era un lugar lúgubre, apestoso, con mucha dejadés un poco por la mala vida que habían llevado sus habitantes allí y otro poco por la decidia de almas en pena que vaya a saber porque permanecían habitando el espacio sin pagar una renta, que más de una vez le hubiera caído muy bien al bolsillo de la abuela.

Yo siempre me quedaba sola en el gigante patio.Si bien era grande debido a mi poca estatura todo parecía el doble, y allí en medio de una enmarañada jungla de arboles y plantas que iban creciendo caprichosamente paraisos,enredaderas de madreselvas, reinas de la noche, jazmines,rosales rococo, un ciprés y una gran palmera en el fondo del territorio que enmanrcaba una suntuosa laguna artificial de tierra donde en casi cuatro metros cuadrados nadaban patos patitos,ganzos y bebian siempre las palomas del enorme palomar...ellos daban la vuelta a la gran pileta en una carrera que no tenia fin..nadaban uno después del otro y yo me enlelaba observando la el giro de su nado y quedaba algo mareada como cuando da vueltas la calesita.

En más de una oportunidad pasaba tardes largas y enteras en esa casa mis padres me llevaban porque yo lo pedía,aunque podía ir de mi otra abuela materna, pero reconozco que el misterio estaba allí permanecía crecía y se desarrollaba ...

El tiempo se notaba inusual las horas eran lentas como los movimientos de un adagio que van ralentando los compases y yo no llevaba la cuenta de todos los segundos ni las horas, en ese caso mi abuela trabajaba toda la tarde en el sector del frente haciendo masajes descontracturantes y acomodación de nervios y huesos con métodos orientales entre pacienta y paciente venía a saludarme yo estaba jugando con sus tres perros que siempre tenían una buena excusa para salir a correr o para escucharme cantar mis canciones emocionadas en la montañita de tierra y pedregullo en medio del patio que se parecía a un fingido anfiteatro pero en medio de tantas ingenuidades había seres, cosas, miradas que me veían,presencias que me acosaban pero como yo elegí  ser siempre un ser fuerte nada me podían ni espantar o algo similar. Pero una vez asiento que quedé asombrada era una noche de octubre donde los cascarudos y langostas de la crecida primavera se esparcieron en la noche y como había una noche fantástica la abuela hizo la cena en una mesa del patio allí solo participaba la familia más cercana, en un momento mi abuela nombró con mucha emoción a Don Sabio un amigo de ella que vivía en otra localidad bastante bien lejana...se acordó de él porque vaya a saber por donde iba la conversación de adultos siendo que yo no llevaba la cuenta del argumento...y de pronto ví muy claramente en forma material como un humo muy blanco la cara de un hombre sobre la cabeza de mi abuela y nadie lo había percatado....pasó mucho tiempo para poder relacionar las cosas todo fue una cuestión de segundos...segundo de vida y muerte,segundo de movimiento y quietud, segundo donde es materia y no materia.

                                                                                       PIBAMAX!